"¡Otra vez el Milan!" fue la expresión de Josep Maria Bartomeu en cuanto Gianni Infantino, secretario general de la UEFA, adjudicó al Milan la bola del FC Barcelona, porque era el único rival de los que quedaban en la copa de los campeones de grupo que podía tocar al Milan, teniendo en cuenta los condicionantes de los demás equipos que todavía no habían salido.
No era el rival preferido por la comitiva barcelonista en la sede de la UEFA en Nyon, formada por Bartomeu, Txemi Terés y Amador Bernabeu, todo un veterano en estas lides y uno de los personajes más populares en todos los sorteos. Milan y Barça, que ya se enfrentaron dos veces en la Champions de la pasada temporada (en la liguilla y en cuartos de final) quedaron emparejados para jugar la ida de octavos en San Siro el 20 de febrero y la vuelta, en el Camp Nou, el 12 de marzo.
El sorteo comenzó con una emotiva referencia de Gianni Infantino, maestro de ceremonias con la ayuda del ex madridista Steve McManaman, a Tito Vilanova, a quien deseó una pronta recuperación tras recordar que "en estos momentos se está sometiendo a cirugía". La referencia al entrenador barcelonista fue sinceramente agradecida por los directivos del club azulgrana, en todo momento pendientes del teléfono por si llegaban novedades respecto al estado de Tito.
La prioridad de la comitiva azulgrana era, sobre todo, que no tocase el Shakhtar Donetsk y el preferido era el Galatasaray. La suerte sonrió a medias: no cayó un indeseado viaje a Ucrania, pero el Milan, por su capacidad competitiva, no es un rival cómodo. De hecho, poco faltó para lo peor: cuando salió la bola del Shakhtar, ya habían salido el Galatasaray y el Arsenal. Momentos de tensión antes de que McManamanextrajese la bola del Borussia Dortmund.
Era el cuarto emparejamiento. La siguiente bola fue la del Milan, emparejado directamente con el Barça por los condicionantes del sorteo. Si Bartomeu torció el gesto, a Umberto Gandini, director de Organización del club ‘rossonero’, le cayó el mundo encima con el emparejamiento con el Barça en una temporada que está siendo una pesadilla para el conjunto milanista. El regreso de Bojan, jugador sobre el que el Milantiene una opción de compra pero que etsá cedido por el Barça, será uno de los grandes alicientes de la eliminatoria.
Algo peor fue la suerte para el Madrid, que se las verá con el Manchester United. No era el peor enemigo posible, a pesar de la mueca de desagrado de McManaman, puesto que Bayern o Juventus eran opciones más difíciles, pero tampoco es una perita en dulce: seguro que Mourinho lo vende como la batalla de las batallas.
El debutante Málaga se las verá con el Oporto, la opción menos deseada, y el Valencia con el Paris Saint Germain. Completan el cuadro de octavos de final el Galatasaray-Schalke (el duelo aparentemente más flojo), Celtic-Juventus, Arsenal-Bayern (mala suerte para los londinenses) y el Shakhtar-Borussia Dortmund.
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